lunes, 21 de mayo de 2012


NUESTRAS EXPERIENCIAS A NIVEL COMUNICATIVO
DRAMATIZACIÓN DEL CUENTO "EL CONEJITO BURLÓN"


    MÉTODO CONSTRUCTIVISTA

El sistema CONSTRUCTIVISTA respeta el ritmo madurativo del niño y parte de la base de que aprendemos a leer y escribir para comunicar. Vivimos en un mundo de palabras y textos, por lo que el niño cuando llega al colegio, ya tiene conocimientos previos de algunas de ellas y ya es un lector, aunque no conozca el código. Y no sólo eso. En ese mundo hay muchos tipos de textos y todos diferentes: carteles publicitarios, noticias de periódicos, subtítulos de películas... Por eso, un profesor que aplique este sistema no trabajará únicamente con un tipo de escritura, sino con todas. Así, le invitará a leer recetas de cocina, postales, la lista de alumnos, un cuento, otra cosa es que el niño, cuando comience a escribir, prefiera las letras mayúsculas o las cursivas. 

Desde el primer día, al niño se le invita a leer y a escribir “como los mayores”. Y él lo hace, apoyándose en imágenes e interpretando el texto a su manera. Por supuesto, luego el profesor se pone a su lado y lo hace correctamente. También se le anima a que busque las letras que conoce  el abecedario siempre está presente en clase y las palabras que ya ha visto antes, como su nombre  es lo primero que aprende en casa y se trabaja en clase. Y así, poco a poco  según el ritmo de maduración de cada niño  y a base de leer todos los días, aprenderá las claves y códigos de escritura.

Algunas actividades que se pueden realizar en casa diariamente son : 

  • Lee diariamente un cuento con el niño: primero hazlo tú y después anímale a que lo intente él. Si aún no sabe, lo interpretará a su manera. Jugando descubrir en el texto letras y palabras que conozca.
  • Explícale lo que aparece escrito en cualquier objeto de su entorno: en la caja de cereales, en su jarabe para la tos, en una valla publicitaria, Así le enseñas nuevas palabras  y fomentas su curiosidad. Terminará preguntándote continuamente “¿qué pone ahí?”


 GIMNASIA CEREBRAL
La Gimnasia Cerebral son una serie de ejercicios y métodos cuya utilidad radica en mantener activo al cerebro, mientras mas se utilice menores son las posibilidades de que presente fallas. La gimnasia cerebral ayuda a poner en movimiento al cerebro y mejora funciones como el lenguaje, la atención, la memoria, la creatividad. 
Por lo que es sumamente exitosa en niños hiperactivos, distraídos, con problemas de retención, de memoria, incluso dificultades viso-motoras y de lenguaje, además de que es efectiva cuando las circunstancias nos estresan, por lo que también se ocupa en casos en que los pequeñitos se preocupan o se ponen ansiosos ante eventos sociales o escolares. 
Podemos activar nuestro grandioso órgano haciendo cosas tan sencillas como utilizar la mano no dominante para realizar actividades cotidianas entre ellas cepillarse los dientes, escribir, peinarse, cortar algún alimento, abrir la puerta, marcar un número telefónico, etc, lo cual desarrolla la lateralidad cerebral y pone en acción aquellas partes que casi no utilizamos aprovechando la plasticidad del cerebro cualidad que lo lleva a “reinventarse” en situaciones críticas. 
La estimulación de los sentidos (que se explica en un artículo publicado en la página) y llevar una vida sana es fundamental para que la Gimnasia Cerebral rinda los enormes frutos que promete. 
Luz María Ibarra en su libro “Gimnasia Cerebral” nos muestra 26 ejercicios con movimientos corporales sencillos diseñados para activar e integrar el funcionamiento de ambos hemisferios. Reduce al nivel de tensión y estrés y facilita así que la energía fluya aumentando el aprovechamiento del aprendizaje.  (Caanly Hernández Galán)



Es así que en el grado primero se ha ido implementado poco a poco ejercicios básicos a través del juego de entonar canciones infantiles y la canción del chu-chua un ejemplo claro de la gimnasia cerebral para trabajar dentro del aula como un mediador de atención y creatividad, ademas existen varias canciones que nos proporcionan este elemento como lo es el asereje, el meneito, en un salón francés.